CULTIVO DE TOMATE

El cultivo del tomate 

                                       
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El tomate o también conocido como jitomate es la hortaliza más difundida en todo el mundo y la de mayor valor económico. Su demanda aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio.

Familia Solanaceae
Género Solanum
Especie S. lycopersicum
Nombre científico Solanum lycopersicum
Nombre común Tomate, jitomate

Familia Solanaceae
Género Solanum
Especie S. lycopersicum
Nombre científico Solanum lycopersicum
Nombre común Tomate, jitomate

 

TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA

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El tomate pertenece a la familia Solanaceae, cuyo nombre científico es Solanum lycopersicum.

 Planta: Perenne de porte arbustivo que se cultiva como anual. Puede desarrollarse de forma rastrera, semierecta o erecta. Existen variedades de crecimiento limitado (determinadas) y otras de crecimiento ilimitado (indeterminadas).

Sistema ra dicular: Está formado por la raíz principal (corta y débil), numerosas y potentes raíces secundarias y por las raíces adventicias. Si se seccionara transversalmente la raíz principal desde fuera hasta dentro, se encontraría la epidermis (se ubican los pelos absorbentes especializados en tomar agua y nutrientes), el cortex y el cilindro central (se sitúa el xilema, conjunto de vasos especializados en el transporte de los nutrientes).

Tallo principal: Eje de 2-4cm de grosor en su base, sobre el que se desarrollan las hojas, tallos secundarios (ramificación simpoidal) e inflorescencias. Su estructura, desde fuera hacia dentro, consta de: 1. epidermis, de la que parten hacia el exterior los pelos glandulares, 2. corteza o cortex, cuyas células más externas son fotosintéticas y las más internas son colenquimáticas, 3. cilindro vascular y 4. tejido medular. En la parte distal se encuentra el meristemo apical, donde se inician los nuevos primordios foliares y florales.

Hoja: Compuesta e imparipinnada con foliolos peciolados, lobulados, con borde dentado y recubiertos de pelos glandulares. Las hojas se disponen de forma alterna sobre el tallo.


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Flor: Perfecta, regular e hipogina con 5 o más sépalos e igual número de pétalos de color amarillo y dispuestos helicoidalmente a intervalos de 135º. Igual número de estambres soldados que se alternan con los pétalos y forman un cono estaminal que envuelve al gineceo. El ovario puede ser bi o plurilocular.

Las flores se agrupan en inflorescencias de tipo racemoso (dicasio), generalmente de 3 a 10 en variedades comerciales de calibre M y G.
Es frecuente que el eje principal de la inflorescencia se ramifique por debajo de la primera flor formada dando lugar a una inflorescencia compuesta, de forma que se han descrito algunas con más de 300 flores. La primera flor se forma en la yema apical, y las demás se disponen lateralmente por debajo de la primera, alrededor del eje principal.  

Fruto: Baya bi o plurilocular que puede alcanzar un peso entre pocos miligramos y 600 gramos. Está constituido por el pericarpo, el tejido placentario y las semillas.

El fruto puede recolectarse separándolo por la zona de abscisión del pedicelo, como ocurre en las variedades industriales, en las que es indeseable la presencia de parte del pecíolo. También puede separase por la zona peduncular de unión al fruto.
 

REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente relacionados y la actuación sobre uno de éstos incide sobre el resto.

Temperatura: Es menos exigente en temperatura que la berenjena y el pimiento.La temperatura óptima de desarrollo oscila entre 20-30ºC durante el día y entre 1-17ºC durante la noche. Temperaturas superiores a los 30-35ºC afectan a la fructificación (mal desarrollo de óvulos) y al desarrollo de la planta en general y del sistema radicular en particular. Temperaturas inferiores a 12-15ºC también originan problemas en el desarrollo de la planta.A temperaturas superiores a 25ºC e inferiores a 12ºC, la fecundación es defectuosa o nula.

La maduración del fruto está muy influida por la temperatura en lo referente tanto a la precocidad como a la coloración, de forma que valores cercanos a los 10ºC o superiores a los 30ºC originan tonalidades amarillentas.

Humedad: La humedad relativa óptima oscila entre 60-80%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas, el agrietamiento del fruto y dificultan la fecundación, debido a que el polen se compacta, abortando parte de las flores. El rajado del fruto igualmente puede tener su origen en un exceso de humedad edáfica o riego abundante tras un período de estrés hídrico. También una humedad relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor.

Luminosidad: Valores reducidos de luminosidad pueden incidir de forma negativa sobre los procesos de floración y fecundación, así como en el desarrollo vegetativo de la planta.

En los momentos críticos durante el período vegetativo, resulta crucial la interrelación existente entre la temperatura diurna y nocturna y la luminosidad.

Suelo: La planta de tomate no es muy exigente en cuanto a suelo, excepto en lo relativo al drenaje. Prefiere suelos sueltos de textura silíceo-arcillosa y ricos en materia orgánica. No obstante, se desarrolla perfectamente en suelos arcillosos enarenados.

En cuanto al pH, los suelos pueden ser desde ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos cuando están enarenados. 

Poda de formación

Es una práctica imprescindible para las variedades de crecimiento indeterminado. Se realiza a los 15-20 días del trasplante cuando aparecen de los primeros tallos laterales. Se eliminan tallos y las hojas más senescentes, mejorando así la aireación del cuello y facilitando la realización del aporcado. Así mismo, se determina el número de brazos (tallos) a dejar por planta.

Son frecuentes las podas a 1 o 2 brazos, aunque en tomate tipo Cherry se suelen dejar hasta 3 y 4 tallos.

  • Aporcado y rehundido

El aporcado consiste en cubrir la parte inferior de la planta con arena tras la poda de formación (suelos enarenados). El fin de esta labor es favorecer la formación de un mayor número de raíces.

El rehundido es una variante del aporcado. Se lleva a cabo doblando la planta, tras haber sido ligeramente rascada, hasta que entra en contacto con la tierra. Entonces se cubre ligeramente con arena, dejando fuera la yema terminal y un par de hojas.

  • Entutorado

Es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida y evitar que las hojas, y sobre todo los frutos, toquen el suelo. De este modo, se mejora la aireación general de la planta y se favorece el aprovechamiento de la radiación y la realización de las labores culturales (destallado, recolección, etc.). Todo ello, repercute en la producción final, calidad del fruto y control de enfermedades.

La sujeción suele realizarse con hilo de polipropileno (rafia), el cual se sujeta de una extremo a la zona basal de la planta (liado, anudado o sujeto mediante anillas) y de otro a un alambre situado a determinada altura por encima de la misma (1,8-2,4m sobre el suelo). Conforme la planta va creciendo, se va liando o sujetando al hilo tutor mediante anillas, hasta que alcanza el alambre. A partir de este momento, existen tres opciones:
Bajar la planta descolgando el hilo: Esta práctica conlleva un coste adicional de mano de obra.

De esta forma, la planta siempre se desarrolla en sentido vertical recibiendo el máximo de luminosidad, por lo que la calidad del fruto mejora y la producción aumenta.

2. Dejar que la planta crezca cayendo por la propia acción de la gravedad.

3. Dejar que la planta crezca horizontalmente sobre los tutores. Estos tutores forman cuadrículas a lo largo de la línea de cultivo. La planta se va asegurando a los tutores mediante la utilización de anillas.
  • Destallado
Consiste en la eliminación de brotes axilares para mejorar el desarrollo del tallo principal. Debe realizarse con la mayor frecuencia posible (semanalmente en verano-otoño y cada 10-15 días en invierno) para evitar la pérdida de biomasa fotosintéticamente activa y la realización de heridas.

Los cortes deben ser limpios para evitar la posible aparición de enfermedades. En épocas de riesgo, es aconsejable realizar un tratamiento fitosanitario con algún fungicida-bactericida cicatrizante, como pueden ser los derivados del cobre.
  • Deshojado

Es recomendable eliminar las hojas senescentes para facilitar la aireación y mejorar el color de los frutos y las hojas enfermas (deben sacarse inmediatamente del invernadero) para eliminar así la fuente de inóculo.
 
La fertirrigación carbónica consiste en el uso de agua carbonatada para el riego. El agua carbonatada se consigue mediante la inyección de CO2 a presión en la tubería principal. Al disolverse el CO2 en el agua de riego produce ácido carbónico, que reduce el pH del agua y origina diversos bicarbonatos al reaccionar con carbonatos y otras sales presentes en el agua. El agua carbonatada recibe a continuación los fertilizantes habituales para el riego cuya solubilidad mejora en un agua ligeramente ácida.

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